Estilo, disciplina, rigor académico. De eso se trata Bromsgrove. Un rendimiento académico sensacional logrado a través del trabajo duro, no de una selección quisquillosa; deportes practicados para ganar a nivel internacional, nacional y local; trabajo creativo interpretado, representado y exhibido para conmover el alma, no para marcar casillas en un currículum.
Este colegio ofrece a los alumnos un hogar, no un lugar para dormir después del trabajo. Las residencias son diferentes, pero todas comparten valores y estructuras fundamentales. Los tutores de residencia viven en las residencias de estudiantes con sus propias familias. Son personal académico y cuentan con el apoyo de una encargada de residencia. Los alumnos internos de Bromsgrove ven la vida familiar a su alrededor.